domingo, 15 de marzo de 2009

Capitulo 12: Encontrando fatalidad

Al amanecer los Deep Purple y su Highway star iluminaban cada rincon de mi apartamento. Joe y tres amigas suyas de dudosa procedencia bailaban agarrados a sus copas mientras reian. Yo seguia sentado en el sofa observando el maletin, obvia decir que era blindado y la unica manera de abrirlo era con la dichosa combinacion que el Buzon y despues los drogadictos se habian llevado a la tumba. Todo este asunto se estaba alargando demasiado y la solucion a todo estaba a apenas diez centimetros de acero de mi. Tenia que encontrar esa combinacion lo antes posible.

Joe se acerco tambaleandose hasta mi lado y se sento torpemente en el brazo del sofa.

- ¿Que te pasa tio? - Quito la botella de bourbon que tenia encima del maletin y lo cogio - ¡Ya lo tienes! ¿No puedes alegrar esa vieja cara nunca?

- Cuando lo haya entregado.

- Ya has conseguido lo mas dificil y encima has salido ileso.

- No del todo, casi me dejas sordo con el aparatejo ese.

- No te quejes, eran transmisores ergonomicos de ultima generacion. Lo que todavia no comprendo era esa interferencia que se oia en el tuyo.

- Sabes que soy un negado de las nuevas tecnologias.

- Aun asi deberia haber recibido una señal nitida.

- Seguro que al final consigues arreglarlo, por ahora diviertete con tus amigas.


Encogio los hombros y se reunio con las chicas, al poco tiempo sono el movil, era la Dama.

- Buenos dias, Dama ¿Como estas?

- No esta muy bien – La voz ronca e inconfundible de Vicenzo hizo que me desapareciera la borrachera instantaneamente – Si no quiere que este peor aun deberiamos negociar un trato.

- ¿La chica por el maletin?

- Exacto. Venga a mi casa solo, dentro de una hora. Si colabora no nadie saldra herido.

- De acuerdo viejo. Por su bien espero que no le haya tocado ni un pelo a la Dama.

- Esta hablando con un caballero.

- No, usted no es un caballero, es un sucio viejo cuya esperanza de vida acaba de caer en picado.

- No esta en posicion de amenazarme, le espero dentro de una hora.

- ¡Hijo de..! - Y colgo, grite y estrelle el telefono contra la pared. Joe apago la musica y les dijo a las chicas que la fiesta habia terminado. Las llevo hasta la salida y cerro la puerta.

- ¿Que coño pasa?

- Tienen a la Dama.

- Joder, ¿Que vamos a hacer?

- Tu nada, ya me has ayudado bastante.

- ¿Vas a ir tu solo? Si no quieres que vaya yo llama a Angel, he oido que esta en la ciudad.

- Ya se ha largado, de todas formas no la meteria en algo como esto adrede. Sera mejor que me dejes prepararme, hay un juego de llaves en la entrada, cogelo por si acaso. Seria una pena que me pasara algo y se desaprovechara este piso.

- No digas eso ni en broma. Nos veremos cuando hayas resuelto este lio en mi tienda y nos emborracharemos – Me cogio la cabeza con sus grandes manos – No vas a intentar nada suicida - ¿Ok?

- Ok. 

Se marcho y me quede de nuevo sentado en el sofa. Tendria que haberme planteado un plan para salir de esta peroe staba demasiado cansado. Saque la carta de Angel del bolsillo de la camisa que me habia regalado y que prometi no quitarme hasta que resolviera el caso. Termine de leerla, me levante y sonrei.

Llegue a casa de Vicenzo a la hora prevista. Dos hombres me cachearon y me llevaron hasta el. Me estaba esperando en una gran sala de juegos con un billar en medio. Varias esculturas de marmol se apoyaban en las paredes, la decoracion dejaba mucho que desear pero cualquiera que me viera me diria que no era el mas indicado para hablar de buen gusto.

- Buenas noches – Me dijo con una media sonrisa de satisfaccion – Deme el maletin.

- Antes quisiera ver a la Dama.

- Bien – Saco un pequeño monitor y me lo lanzo. Vi a la Dama, amordazada y atada en otra habitacion. Parecia estar bien dentro de las circustancias. - Esta en una habitacion contigua, sera liberada una vez suelte el maletin.

- ¿Y que pasara conmigo?

- Muy astuto, señor siete – Rio y se echo una copa – Pensaba cortarle las manos y dejarle marchar, pero estoy harto de sus elocuentes comentarios, asi que tambien le cortare la lengua.

- Que alivio...

- ¿Quiere una ultima copa?

- No, gracias, vengo servido de casa. Bonito billar – Me acerque y acaricie una tronera - ¿De terciopelo?

- Siempre quiero lo mejor, tiene casi cien años y los tacos son de auntentico marfil 

- Que pena.


Le tire el maletin blindado con tal fuerza que su fragil cuerpo salio despedido hacia atrás, cogi un taco y lo parti en la cabeza de uno de los sicarios, le quite el arma y le dispare al otro mientras corria a cubrirme. Un sonido gutural me hizo girarme, Vicenzo venia histerico hacia mi, recogi una parte del taco roto y lo dirigi contra el, se lo clave en el pecho y lo lance encima de la mesa de billar. Me levante y me acerque a observarle. Estaba tosiendo mientras echaba esputos de sangre por la boca. Sus ojos reflejaban un miedo profundo a morir.

- Ayuda – Me dijo con su ultimo aliento – Llama a una ambulancia y te dare todo lo que quieras.

Lo mire inmovil durante un momento y luego puse mi mano en su herida. Sonrio y le acerque el dedo indice a la boca.

- No te ilusiones, solo estaba examinando si la herida era mortal – Su mirada se lleno de ira – Perfecto, de esta no sales andando. Hasta siempre viejo bastardo.

Cogi las armas de los guardaespaldas y mire de nuevo el monitor, los esbirros que tenian cautiva a la Dama no se habian enterardo de nada. En el fondo de la imagen se veia a traves de una ventana la copa de un arbol asi que me dirigi a la segunda planta con el maletin a cuestas. En la tercera puerta que abri los encontre, los pobres no tuvieron tiempo ni de averiguar que estaba pasando. Desate a la Dama, que no hacia otra cosa que observar el maletin.

- ¿Conseguiste la llave?

- Si hubiera palmado no te habrian secuestrado – Acerco su mano al asa y le di un cachete en en ella - No hasta que salgamos de aquí.

Bajamos rapidamente hacia la entrada. Un disparo hizo que frenaramos en seco nuestra huida.

- ¿Donde vais tan rapido? Nos recrimino el Basurero, que nos esperaba en la puerta junto a varios hombres mas. - ¿Llegais tarde a algun sitio?

- Creo que aquí hay alguien que quiere que le extirpe otro pezon – Le dije a la Dama – Observalo bien para que lo recuerdes cuando estemos a solas.

- Eso tendra que ser en otra ocasión, la Dama y tu os venis conmigo de excursion.

- ¿A la mansion Dickinson? - El Basurero asintio con la cabeza - ¿El zoo esta cerrado?

- Quiza tu humor cambie cuando sepas que he destrozado tu moto y me he llevado esto – Me enseño a Sargonnas - ¿No tienes nada que decirme?

- Solo que me la cuides bien hasta que me la devuelvas y pueda reventarte la cabeza con ella.

- ¿Y cuando piensas hacerlo?

- Pronto, muy pronto...